miércoles, 19 de diciembre de 2012

el remedio checo


"Alborotarse constantemente ante el señor que grita como palomas al pasar un crio"

GARCÍA CÍVICO, Jesús, Aforismos en Word, poemas con auto-reverse, Valencia, 2012.

El otro día cometí un error de principiante, olvidando el conocido refrán, dejé que la mañana de mi cumpleaños me sirviera café un camarero ruso más alto que yo. Por supuesto, enseguida enfermé de gripe y tuve que salir de la exposición permanente del Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernnidad (MuVIM) a refugiarme en casa con un montón de mantas y mucha fiebre.

Según el mismo dicho, el resfriado ruso de cumpleaños sólo se quita con un poema checo. Estuve investigando: era así. La buena noticia es que no tenía que ser de Seifert.


Enfebrecido recordé que desde pequeño me ha gustado mucho la literatura checa (con pocos años ya me rei con la adaptación del buen soldado Sjejk de Jaroslav Hašek!) me ha gustado mucho la novela checa (de Kafka a Kundera) y en general anduve enamorado del país (hoy república checa). A media tarde, con la manta en la cabeza y moqueando busqué fotos de la republica checa y algún poema checo por todos los rincones de casa.

Creo que si me gusta tanto lo checo es porque la resistencia de ese pequeño país en el centro de europa a la estupidez y al abuso se gestó desde la concepción más humilde (y por tanto más poderosa) de la cultura, en pequeños teatros, en pequeños conciertos de rock y jazz y... en la literatura (Milan Kundera, Bohumil Hrabal, los poetas Jaroslav Seifert, Vladímir Holan y muchos otros).
Llamé a Jaroslav, el hijo de un marchante de Brno que se arruinó con las ínfulas afectadas de un falso artista catalán. Yo siempre fui generoso con su padre y nada más aparcar el coche en la plaza principal de Uherské Hradiště le bajaba muchas botellas de vino de la ribera del Duero. Como siempre, la conversación apenas duró cinco minutos pero fue provechosa: Si uno se resfría por saltarse la regla del camarero ruso debe saber que hay nuevos fármacos: Květa Legátová, Michal Viewegh, Jáchym Topol, Antonín Bajaja, Miloš Urban, Petra Hůlová, Emil Hakl, Jan Balabán o Jiří Hájíček.

De todas formas, a los que nos gusta la senda Kafka-Hasek-Kundera-Habral nos da pena que a las librerías aún no hayan llegado los textos de Legátová o Balaban, Hájícek, Michal Viewegh, Jáchym Topol, Bajaja, Miloš Urban, Petra Hůlová, Emil Hakl.
Photo: "La carga" Jan Seudek, fotografo checo
Sí. Hubo una época en la que cogía un viejo coche desde la playa de Valencia y me iba solo a Uherské Hradiště. Conducía día y noche sin parar. Me gustaba llegar sonámbulo a Brno porque me gustan mucho las novelas y ensayos de Kundera.

Mi amigo checo aún me habla de los libros de allí y me manda correos con listas como la de los autores de arriba. Él es, de alguna forma, mi farmacia checa.

En realidad Uherské Hradiště no me gusta. No sé por qué voy tanto allí.



No encontré el poema checo que buscaba. Fue una lástima. La parte buena es que pude delirar desde el sofa, sin remordimiento por estar ahí tumbado y no estar trabajando, delirios ruso-alemanes: "Stalker" Tarkovsky, 1979 (esperaba el momento propicio), "Pina" Wim Wenders, 2011 (me la acababa de recomendar Carmen, una amiga) y "RAF, facción del ejército rojo", Uri Edel, 2008, un entretenido y maduro retrato de la psicología del terrorismo de extrema izquierda alemán en los años 70.

¿Seguí buscando el remedio checo? Sí, antes del anochecer me fui en bata y con una bolsa de agua caliente en los pies hasta la librería Valdeska. Me emocionó la calidez e inteligencia de su selección. Hice un roto. Ahora me toca pedir agua y no muffin de arándanos durante unas semanas: 


Valdeska es ahora mi librería preferida


Un capricho (los diarios de werner herzog "del caminar sobre hielo" en la tempestad) (delirio tarkovsky-herzog-stalker, si se quiere); una recomendación -buscaba a lichtenberg-: los apuntes (tomo I) de elias canetti en de bolsillo;  una cuestión de fe (uno nunca escarmienta): la poesía de antonio mendez rubio "por más señas" que publica dvd;  y un lujo: "la casa inundada" los relatos de felisberto hernández recogidos por la balsa de medusa: "de esos días siempre recuerdo primero las vueltas en un bote alrededor de una pequeña isla de plantas (...) " (1) 
Yo también Felisberto! y no se llevaban bien, no se llevaban bien...

Felisberto Hernández, nació en Montevideo pero todo el mundo sabe que en realidad es un auténtico escritor checo.


(1) hernández, felisberto, "la casa inundada", atalanta, gerona, 2012, p. 229

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